20 febrero, 2007

Cuando la curiosidad superó a la prudencia...



Hoy, me quedo con un bonito párrafo que extraigo de "INÉS DEL ALMA MÍA", un libro de Isabel Allende, lleno de historia y magia, que un buen compañero hizo llegar a mi mesa el viernes.Gracias por ello.


Murió sin llevarse nada a la tumba, pero dejó el rastro de sus buenas acciones, que le valieron el amor de la gente. Al final, sólo se tiene lo que se ha dado, como decía Rodrigo, el más generoso de los hombres.




Por si esto sabe a poco, me quedo también con una noticia que recogí hace unos días y a la que le he dedicado esta tarde un rato. Merece la pena echar un vistazo y analizar detenidamente los datos, aunque a decir verdad, no aporta nada nuevo y a mí me ha suscitado dolor de cabeza.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen libro

morgana dijo...

me encanto.... realmente bueno!!!